El Principado aboga por reforzar la innovación de la mano de las empresas

El Comercio – Paloma Lamadrid

«Nuestra política y estrategia va a consistir en tratar de cambiar todo aquello a lo que estamos acostumbrados». El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, no se refería a los avances en materia de innovación e investigación logrados en la región, sino a echar a un lado los obstáculos que han impedido que esos éxitos fueran aún mayores. Es decir, a dejar de considerar la ciencia y la tecnología como competencias de segunda categoría y coordinar el trabajo de todos los agentes implicados para avanzar en una carrera que no permite la marcha atrás.

Entre los actores, «es indiscutible el papel central de las empresas», señaló ayer en una jornada dedicada al reto que supone la I+D+i para las compañías en los cursos de verano de La Granda. Aunque los datos «no son muy halagüeños invitan a la esperanza» y la consejería que dirige, de nuevo cuño, «es una oportunidad única» para mejora la situación actual. El Principado, que aspira a elevar la inversión en este ámbito hasta el 2% del Producto Interior Bruto (PIB), quiere reforzar la colaboración con las empresas, «donde ocurre preferentemente la innovación», sobre todo en el sector industrial.

«Nuestro deber como Administración es facilitar que esos dos hemisferios se unan, de modo que muchos más desarrollos lleguen al mercado», apuntó en alusión a esa alianza entre lo público y lo privado para dar un decidido impulso a la I+D+i. «Hay que pasar página, de nada sirve lamentarnos; debemos mirar hacia adelante y lo que el Principado no ha hecho en 40 años ver si lo podemos hacer en cuatro», subrayó. Su consejería es el instrumento ideado por el presidente asturiano, Adrián Barbón, para ponerse manos a la obra y terminar los deberes pendientes. «La principal causa de que yo esté aquí es porque la I+D+i ha estado pisoteada durante años» y la región no se puede permitir perder ese tren, como certificaron los profesionales que participaron en la jornada y que desarrollan su actividad en algunas de las más importantes empresas y centros de investigación asentados en la comunidad. Pero antes de llevar a cabo medidas concretas, es necesario «diseñar muy bien cuál va a ser el organigrama de la consejería», indicó Sánchez.

El organigrama del nuevo departamento está pendiente de la redacción de un decreto «Lo que el Principado no ha hecho en cuarenta años tenemos que hacerlo en cuatro»

Al tratarse de un departamento que jamás había existido como tal dentro del Gobierno asturiano, es imprescindible elaborar un decreto «donde se recoja muy bien jurídicamente cómo se va a organizar», así como distribuir programáticamente las competencias que aglutina y que antes estaban dispersas, lo que generaba «muchas ineficiencias». Entre las primeras iniciativas que tiene previsto acometer el consejero figura la reducción de la burocracia –«nos ahoga, soy científico y lo conozco muy bien»– para facilitar los proyectos de agilización, como reclama la Universidad de Oviedo.

También abogó Sánchez por diseñar, con la máxima celeridad posible, un calendario de convocatoria de becas y fechas de resolución, aunque hizo un llamamiento a la paciencia porque llevará un tiempo. En cuanto al montante económico del que dispondrá su consejería, aún no maneja cifras, pero peleará por contar con recursos suficientes. «He venido a luchar por más presupuesto para la ciencia», sentenció Sánchez.

Optimización y estabilidad

Los profesionales que se dieron cita en La Granda aprovecharon la presencia del consejero para transmitirle sus preocupaciones, al tiempo que le tendieron la mano para trabajar codo con codo. El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, apostó por buscar «la forma de ser capaces de aprovechar todos los recursos de Asturias y hacer la región un lugar atractivo para la inversión y las personas». Por su parte, la delegada autonómica del CSIC, Ángeles Gómez, pidió «estabilidad en las convocatorias» para la investigación.

Mientras que el director general del centro de I+D+i de ThyssenKrupp, Javier Sesma, enfatizó «la importancia de la conexión de la consejería con la industria». Y Luis Santos, jefe de Innovación de EdP España, insistió en la urgencia de facilitar los procesos y así poder atraer talento. «No quiero juguetes nuevos, sino que me dejen jugar con ellos», añadió. En relación con esta sugerencia, el director de los cursos de verano de La Granda, Juan Velarde, también pidió «eliminar las barreras administrativas, que son considerables».

 

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2019-08-01T10:12:45+02:001 agosto, 2019|