La Nueva España – C. JIMÉNEZ
Se encuentran entre los profesionales mejor pagados y en el quinto puesto de las salidas laborales pero, aún así, no son suficientes. El mercado laboral encara el futuro sin los técnicos suficientes. En la actualidad, solo en el ámbito de las Tecnologías de la Información el número de puestos sin cubrir ronda los 10.000 y continúa creciendo. Estos datos dan una pista de que la Informática es una de las más demandadas de todas las ingenierías en España. Sin ir más lejos, el puesto de Director de Proyectos de Ingeniería, que requeriría ser ingeniero con formación posdoctoral, permite obtener en nuestro país una retribución salarial promedio de 63.680 euros brutos anuales. Para los ingenieros de procesos es posible superar los 30.000 euros anuales, pudiendo llegar a los 50.000 en algunos casos. Pero faltan alumnos. La realidad de la Ingeniería Informática es que se trata de una de las carreras con mayor predominio masculino, con un 88%. No sorprende que solo el 12% de alumnas sean mujeres si se tiene en cuenta que, de todas las matriculadas en diferentes titulaciones universitarias, solo un 17 % eligen la ingeniería como carrera, donde alrededor del 36% de estudiantes no terminan sus estudios.
De hecho, solo una quinta parte de los estudiantes de ingeniería completan el plan de estudios en el plazo previsto. Este curso académico se ofertan en el campus gijonés entre la Escuela Politécnica y la de Marina Civil un total de 825 plazas. No todas se cubren pero en los centros respiran aliviados de que se mantengan más o menos constantes las matrículas sobre ejercicios precedentes. Aunque se nota cierto retroceso. “No hay vida en el campus”, aseguran los docentes acerca de la falta de alumnos en las aulas. En 2018 estudiaban en España un grado 2.600 potenciales ingenieros y 7.600 arquitectos menos que en 2015.
Por el contrario, Informática vive un repunte –5.500 inscritos más–, pero insuficiente habida cuenta de la demanda creciente en un mundo cambiante que desconoce a qué se va a enfrentar. Según los datos de informe anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el problema parece más grave en España que en el resto del continente europeo pues solo el 23,7% de los universitarios elige estos estudios, frente al 28,1% de media en Europa. El Institute for the Future (IFTF) señala en su informe Dell Techonologies que el 85% de los trabajos de 2030 aún no se han inventado. Derivado de los procesos de transformación digital se estima que el próximo año el número de puestos de trabajo sin cubrir será entre 500.000 y 700.000 en toda Europa. Y en el momento presente, el 40% de la empresas del continente ya tiene problemas para encontrar expertos TIC.
La cara positiva de todos estos datos es que los ingenieros afrontan su futuro profesional con unas perspectivas muy halagüeñas. Con más de 33.000 negocios de Tecnologías de la Información, España es uno de los principales mercados europeos en este campo. En los últimos dos años las inversiones en startups crecieron un 45 por ciento y Barcelona y Madrid son el quinto y sexto centro de startups más grandes de Europa. Además, España ocupa la cuarta posición en número de ofertas de empleo en el sector tecnológico dentro de la Unión Europea y alrededor del 31 por ciento de las nuevas ofertas de trabajo en España tienen que ver con profesiones dentro del mundo digital.
Ahora mismo, existen cerca de 300.000 desarrolladores en nuestro país, pero eso no es suficiente para cubrir las necesidades de la economía española. Las empresas tienen dificultades para encontrar talento digital debido a la falta de personas con las cualificaciones adecuadas.
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