Después de situar en el seis por ciento el incremento de la inversión prevista en carreteras, la vicepresidenta del Gobierno pasó a repasar la siguiente lección de los problemas pendientes de Asturias, el despoblamiento y el vaciado de lo rural. Festejó en ese punto que sea el suyo el Ejecutivo que “por primera vez ha situado este problema en la agenda prioritaria de un Gobierno” y volvió al diseño de los presupuestos, a los incentivos que identifica para la fijación de población. Entró en Asturias mencionando la conexión de este problema con el de la desconexión digital del campo y anunció una inversión en la región de 13,4 millones de euros en cuatro años para contribuir al objetivo de tener todas las localidades conectadas a redes de al menos trescientos megas en el año 2021.
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