Una ingeniería gijonesa diseña y fabrica un túnel de desinfección contra la COVID-19

La empresa gijonesa Sico ha puesto en marcha un nuevo producto para luchar contra la COVID-19. Se trata de un túnel de desinfección diseñado y fabricado «íntegramente en Asturias». Sico es una empresa familiar de ingeniería informática que cuenta con más de 30 años de trayectoria. «Llevamos muchos años trabajando con Fujitsu España», explica Damián Fernández, responsable de producto de Sico. Primero lo hacían como distribuidores, pero la relación continuó creciendo y «cada vez que quieren algún producto nos llaman a nosotros porque tenemos mucha flexibilidad y capacidad de diseño rápido». Así, fue la empresa de TIC las que le solicitó el diseño de un túnel de desinfección a raíz del virus.

Según señala, la principal diferencia que tienen respecto a otros productos similares es que ellos lo hacen a medida. «Hay un modelo estándar de 1,5 metros de largo por 1,5 de ancho por dos de alto», apunta. No obstante, «si el cliente lo necesita más grande o más pequeño no habría problema». Fernández pone como ejemplo un gran centro comercial que tenga varias puertas. «Podemos hacer un arco que cubra todas esas puertas con pasos individuales separados por el medio, y que por allí estén pasando ocho personas a la vez», asegura.

Además, no se centran únicamente en la desinfección de personas sino que, al poder hacerlo con total libertad de medidas, «podríamos hacerlo para desinfectar ropa en tiendas, o un camión que quiera entrar en una fábrica». Por ello, ya lo están ofreciendo a industrias «para desinfectar mercancías y vehículos».

El pasillo desinfectante contaría con una estructura metálica y paredes de lona o metacrilato. Y a partir de ahí las opciones son muy diversas. Muchos están usando ozono para nebulizar, sin embargo, Sanidad no lo recomienda por lo que «nosotros estamos en trámites de probar el líquido a utilizar», señala. Sin embargo, el túnel admitiría cualquier líquido «según lo que pida el cliente, bien para personas, bien para mercancías o para transportes». El túnel cuenta con un dispensador automático de jabón «para que no tengas que tocar nada». El funcionamiento es que la persona entraría, el túnel la detecta y la vaporiza. «Estaríamos planteando entre 5 y 10 segundos», apostilla.

Con otras tecnologías

Aparte se le pueden incorporar distintas tecnologías. Por ejemplo, una tableta que mide la fiebre del usuario y si lleva mascarilla, «en caso de que obliguen a llevarla en ciertos sitios». También admite un sistema de control de temperatura a través de cámaras termográficas «que tienen una precisión de más menos 0.3 grados». Se trata de unas cámaras que, por inteligencia, artificial «apuntan a la frente». «Hay muchas en el mercado que miden la temperatura pero en toda la cara, y eso no sirve, porque si pasan bebiendo una taza de café caliente va a salir que tiene fiebre», explica. Por ello son más recomendables las termográficas «que en el 99% de los casos tienen una precisión del 100%».

Por otra parte, se les puede incorporar también un sistema de control de aforo, de identificación y se podrían conectar a sistemas de tornos. «Se hace siempre a medida del cliente», insiste Fernández. Además de ofrecerlo a industrias, también intentan venderlo para la organización de ferias «porque al tener las paredes de lona se pueden usar como soporte publicitario» y también «porque pueden controlar a muchas personas a la vez». Del mismo modo, está pensado para hospitales y edificios como los de justicia.

Desde hace un par de semanas el equipo de Sico comenzó a diseñar un túnel, «un producto de aquí y hecho aquí». El primero está cerca de estar totalmente fabricado, y a partir de ahí calculan que podrían hacer entre 10 y 15 túneles a la semana. «Si encontráramos un contrato grande tendríamos que aumentar la plantilla», celebra.

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2020-05-11T10:21:12+02:0011 mayo, 2020|